El Pollito Lito


"La señora Cleta ha perdido un pollito
 y por más que lo busca no lo encuentra.

Llevaba su huevo como sombrero,
 daba saltitos muy pequeñitos,
comía trigo a mi ladito, ¿no lo habéis visto?.
Estará dormido dentro del nido,
 le dice el gallo muy convencido.
Estará buscando un gusano,
grita desde  su casa el señor Marrano.
¿Estará tomando el sol?, se pregunta el señor Caracol.
¿No estaba jugando dentro de un zapato?,
 comenta a Cleta Mamá Pato.
Yo lo vi muy temprano,
susurra el piojo mirando a la gallina de reojo.
 Seguro seguro que se ha ido muuuy lejos,
 exclama el señor Conejo.
Pues yo creo que está muy cerca,
 le tranquiliza la abuela Eriza.
  
¡Pero qué despistada!,
¡si estuvo todo este tiempo debajo de mi ala!".


La verdadera historia del Pirata Tinta China


"En el fondo del mar hay miles de animales diferentes,
 medusas transparentes con sus brazos alargados,
anémonas bailarinas que agitan sus cortinas
 movidas por la corriente.

En el fondo del mar también puedes encontrar,
escondido en su guarida, al Capitán Tinta China,
 un pulpo que se hizo pirata porque quiso el destino
 que un barco pesquero se cruzara en su camino.

Un largo viaje hizo hasta llegar a la cocina de una vieja cantina,
donde un cocinero malvado lo esperaba con cuchillo afilado.
 Había pensado hacer de primero un rico estofado marinero.
Ajo, cebolla, pimiento y pimentón se freían en el fogón.
 Tinta China tenía que encontrar una  rápida forma de escapar
 antes de que Don Pepino el cocinero lo metiera en el caldero.

 El cefalópodo se armó de valor y con el
mango del cazo le asestó un buen porrazo.
Don Pepino cayó de frente y quedó en el suelo inconsciente.
 En la  lucha Tinta China perdió una pata,
 pero en lugar de lamentarse
  decidió convertirse en un pulpo pirata.

Y colorín colorete, ésta es la historia de un pulpo valiente
 que no dejó que un cocinero le hincara el diente".