Amor de madre

Hace ya más de un mes nuestra gallina americana se quedó clueca.

Durante 21 días les dio a sus huevos el calor y la humedad necesaria para que nacieran sus crías, pero los pollitos no nacían y ella pacientemente se quedó en su nido incubándolos durante al menos dos semanas más. 

Nosotros sabíamos que los pollitos ya no nacerían y ese mismo día decidimos actuar. Esperamos a que se hiciera de noche y en la más absoluta oscuridad le sacamos sus huevos poniendo en su lugar unos pollitos que por cierto eran de una raza diferente, ya tenían aproximadamente un mes y medio de vida y eran casi tan grande como la madre. (Eran los únicos que tenían en la tienda de animales). 

Al principio los pollitos que procedían de una incubadora y no habían conocido madre alguna no respondían a la llamada de nuestra gallinita que desde el primer momento si que los adoptó como si fueran sus propios hijos. Al día siguiente los pollitos dormían calentitos bajo las alas de su nueva mamá y ahora un mes después nuestra gallinita se pasea contenta con sus cuatro pollitos adoptivos buscándoles comida, dándoles calor y protegiéndoles de los peligros. ¿No es esto amor de madre? 

La historia me pareció tan tierna que cogí a uno de sus hijos y lo convertí en el personaje de mi nuevo cuento:    

EL POLLITO LITO

La señora Cleta ha perdido un pollito y por más que lo busca no lo encuentra. "Llevaba su huevo como sombrero, daba saltitos muy pequeñitos. Comía triguito a mi ladito. ¿No lo habéis visto?"

Estará dormido dentro del nido le dice el gallo muy convencido.

Estará buscando un gusano grita desde su casa el señor Marrano.

¿Estará tomando el sol? Se pregunta el señor caracol.

¿No estaba jugando dentro de un zapato? Comenta a Cleta mama pato.

Yo lo vi muy temprano susurra el piojo mirando a la gallina de reojo.

Seguro que se ha ido muy lejos exclama el señor conejo.

Pues yo creo que está muy cerca le tranquiliza la abuela eriza.

¡¡¡¡¡ Pero que despistada, si estuvo todo este tiempo debajo de mi ala !!!!!!!